“SI QUIERES SER RESPETADO POR LOS DEMÁS, LO MEJOR ES RESPETARTE A TI MISMO. SÓLO POR ESO, SÓLO POR EL PROPIO RESPETO QUE TE TENGAS INSPIRARÁS A LOS OTROS A RESPETARTE.”
(DOSTOYEVSKI)
Todos nos hemos encontrado en nuestra vida con personas que con sólo tenerlas cerca nos bajan las energías , las ganas de sonreír, las fuerzas. Con personas que sólo se quejan, o quizá mienten, con personas que manipulan o bien están siempre tristes. Estas personas yo las llamo: chupópteros, dementores* (en homenaje a Harry Potter) o como muchos conocen: “vampiros emocionales”.
Los vampiros emocionales se caracterizan porque siempre provocan algo en el contrario, normalmente malestar, y son tan tremendamente astutos que muchas veces es difícil librarte de ellos. Además, son expertos en robarte la alegría, pues es su alimento, con el que pueden subsistir.
Diría que todos hemos lidiado alguna vez con un chupóptero, por ello, los he diferenciado en diez tipos, los más complicados de tratar:
– Vampiro emocional tristón: Es curioso, porque el vampiro emocional tristón quiere que tu también le acompañes en el sentimiento. Todos pasamos por momentos emocionalmente débiles en los cuales estamos tristes, pero cuando quieres que tu colega de turno también lo esté, tienes un problema. El vampiro emocional tristón está muy frustrado, y casi siempre se apunta a los planes con una actitud que deja mucho que desear, pues no va con la mejor de sus sonrisas precisamente. Este tipo, no ríe tus gracias, le preguntas que le ocurre y te responde que “nada” con un tono sin fuerzas, como si de ti dependiera su malestar, y además, en ocasiones te puede echar en cara que tu estés bien o feliz, ¿cómo? Pues con frases tipo: “claro, como a ti te va bien esto y lo otro” (perdóname por querer vivir)
– Vampiro emocional quejica: Esta persona en concreto es tremendamente agotadora porque le encuentra problemas a todo, no puedes llegar a acuerdos con él o ella, se cansa de respirar y encima se queja pero no es proactiva, es decir, es una persona que se queja de no tener dinero pero no busca trabajo, se queja del cansancio pero no descansa, se queja de vivir pero no se tira de un puente (esto último es broma, no lo intenten por favor) el vampiro emocional quejica esta cansado de ser quien es y no atiende a reflexiones o a ver la parte positiva de las situaciones. Además, hace un sonido repetitivo y constante que suele ser el “buuuufff“, “aghhh” y un sin fin de onomatopeyas más, que expresan queja (a veces, parecen personas que llevan más de 90 años viviendo)
– Vampiro emocional manipulador: Para mi personalmente es el tipo más peligroso. El vampiro emocional manipulador es astuto, listo y con don de gentes. Suelen ser personas sonrientes, dadas a ayudar, personas que suelen ser a priori muy empáticas, generosas, comprensivas y encantadoras. Son peligrosos precisamente por ese motivo, porque te engañan, se “quedan contigo”. Cuando los manipuladores ya tienen a la víctima bajo su control ya dejan de actuar y se comportan como son en realidad, muy peligrosas. Suelen chantajear emocionalmente con frases del tipo: “yo te he ayudado y escuchado mucho, y ahora tu me das la espalda”, o bien te dicen “creo que yo siempre he sido bueno contigo como para que ahora tu me trates así” (voz en off: a ver, cada uno es responsable de lo que siente, no me culpes por favor). Huye de los manipuladores. Cuesta mucho pero cuando lo consigues ganas dos o tres puntos de autoestima. Suelen ser muy roedores y destructivos.
– Vampiro emocional DDD: Dependientes, demandantes y dramáticos:
Aquí entrarían las “amigas-marido“, las “amigas-madre” o los novios/as que se mimetizan en el otro. En estos casos me encanta la frase que dice: “yo soy un limón, tu eres una naranja, si quieres, hacemos un zumo…” Yo no soy tu. Yo soy yo. (Por suerte)
En mi caso, suelo atraer a este tipo de perfil en mi vida, y cada vez detecto más donde están y puedo poner límites a tiempo. Los vampiros de este tipo son personas confianzudas y que rápidamente se creen en el derecho de poseerte o absorberte, llegándote a reñir porque sí. Suelen usar frases como: “jo, ¿fuiste de compras y no me avisaste?” ¿por qué no me dijiste que te encontraste con fulanito?, “¿ya te has olvidado de mi? ¿Qué pasa, que ya no me quieres?” Mientras escribo estas frases, me agoto, ¿por qué? Pues porque esas preguntas son retóricas, y se responden por sí mismas. Respuesta: “si, me fui de compras y no te avisé” (puedo hacerlo sola y me gusta), “me encontré con fulanito y no te lo dije, pues no es importante“; “no me he olvidado de ti puesto que me recuerdas a todas horas que existes”; “y si te quiero, pero como me sigas invadiendo igual te querré menos”
Aquí entrarían las “amigas-marido“, las “amigas-madre” o los novios/as que se mimetizan en el otro. En estos casos me encanta la frase que dice: “yo soy un limón, tu eres una naranja, si quieres, hacemos un zumo…” Yo no soy tu. Yo soy yo. (Por suerte)
En mi caso, suelo atraer a este tipo de perfil en mi vida, y cada vez detecto más donde están y puedo poner límites a tiempo. Los vampiros de este tipo son personas confianzudas y que rápidamente se creen en el derecho de poseerte o absorberte, llegándote a reñir porque sí. Suelen usar frases como: “jo, ¿fuiste de compras y no me avisaste?” ¿por qué no me dijiste que te encontraste con fulanito?, “¿ya te has olvidado de mi? ¿Qué pasa, que ya no me quieres?” Mientras escribo estas frases, me agoto, ¿por qué? Pues porque esas preguntas son retóricas, y se responden por sí mismas. Respuesta: “si, me fui de compras y no te avisé” (puedo hacerlo sola y me gusta), “me encontré con fulanito y no te lo dije, pues no es importante“; “no me he olvidado de ti puesto que me recuerdas a todas horas que existes”; “y si te quiero, pero como me sigas invadiendo igual te querré menos”
Además, son personas que se aburren constantemente y necesitan de ti cual bufón, te “echan flores” y te dicen lo tanto que te admiran y lo que les gusta estar a tu lado, y en general son muy dramáticos, hacen de una situación, un mundo, y se pueden enfadar si defiendes tus derechos. Un ejemplo claro es el de esas personas demandantes que te “necesitan” cuando están mal, y en un horario no muy adecuado te piden que les escuches (porque ni siquiera te piden conversar) y cuando les respondes que son las doce de la noche y que ya estabas en la cama, se enfadan. (Claro, es que te has portado muy mal…) Ahora bien, quiero dejar claro que hay situaciones más o menos graves. (Este perfil suele tener situaciones “graves” siempre, incluso no haber encontrado una talla de pantalón es un problema)
–Vampiro emocional ansioso y neurótico: Tener este perfil cerca es ponerte a cien palpitaciones en reposo. Rompen los climas agradables con su verborrea y movimiento constante. Elevan la voz, hablan atropelladamente y por encima de ti, no escuchan y suelen estar despistados. Hablan de sí mismos todo el rato y no te dan pie a terminar una frase. Los vampiros emocionales ansiosos son muy desagradables para según que momentos, ya que en los momentos de relax chirría su compañía. Este perfil en concreto te pone nervioso con el simple hecho de leer su nombre en una “llamada entrante” , ya sabes que quieren hablar y sólo hablar, pero en alto, gritando y agitadamente. A veces se relajan y en esos casos, es una delicia disfrutar de su presencia. AVISO: no los llames un domingo, pero un sábado por la noche son los mejores compañeros.
– Vampiro emocional lábil: es aquel que no sabes “por donde cogerlo”. Son aquellos que están constantemente en una montaña rusa emocional. Antes de interactuar con uno de estos, es importante que primero lo mires a la cara y veas que esboza una sonrisa, si es así, lo tienes muy fácil ese día, si no es así, prepárate para encontrarte un vampiro de lo más completo: mezcla entre triste, manipulador, quejica, DDD y ansioso/neurótico.
Un vampiro emocional lábil te puede escribir por la mañana un mensaje cariñoso y eufórico y por la noche convertirse en monosilábico o en mudo. No son malas personas, sólo, víctimas de sí mismas. No les resulta importante en su relación con los demás este estado y normalmente usan frases del tipo: “déjame, hoy tengo un mal día”u “hoy estoy de mala leche, no me molestes”. Pueden llegar a cansar pero si los conoces bien y respetas sus momentos, te los has ganado.
Un vampiro emocional lábil te puede escribir por la mañana un mensaje cariñoso y eufórico y por la noche convertirse en monosilábico o en mudo. No son malas personas, sólo, víctimas de sí mismas. No les resulta importante en su relación con los demás este estado y normalmente usan frases del tipo: “déjame, hoy tengo un mal día”u “hoy estoy de mala leche, no me molestes”. Pueden llegar a cansar pero si los conoces bien y respetas sus momentos, te los has ganado.
–Vampiro emocional narcisista: Este tipo de vampiro es el MEJOR con diferencia. Es el más inteligente, el más guapo, y el “más mejor”. Son aquellos que usan el “yo” antes de iniciar una frase. Están muy enamorados aparentemente de sí mismos. Suelen hablar siempre de sus experiencias, y es curioso porque todo les ha ocurrido a ellos. Éstos, son fáciles de calar, pues si tienes algo de psicología y rascas en su persona, descubrirás que no es “oro todo lo que reluce“. Se quieren bien poco y de ahí, esa “falsa” autoestima.Muchos jefes responden al nombre de vampiro emocional narcisista.
– Vampiro emocional mentiroso: Mienten más que hablan. Lo primero y fundamental que te cansa de este tipo es que nunca sabes si está diciendo la verdad. Suelen perder la credibilidad fácil y mienten porque si. Igual no es necesario, pero mienten. Algunos son calados y aún así, siguen mintiendo. No te busques nunca un novio así. Llegará un momento en el que te cuente su jornada laboral y tu no lo creas.
–Vampiro emocional paranoico: Este vampiro en concreto tiene un gesto en la cara extraño. Miran con desconfianza y fruncen el ceño todo el rato. Se mosquean rápido si les gastas una broma porque “creen que te estas riendo de ellos”, malinterpretan las palabras ajenas y a veces les da arrebatos y se van del lugar donde se encontraban. Nunca puedes saber que les ocurre pues han aprendido a callárselo y a ocultarlo por ese miedo de que se crea que es una “paranoia más de las suyas”. El vampiro emocional paranoico es muy sensible a las críticas, y por supuesto, es sensible con las bromas. Si bromeas con él/ella hazlo a la cara, pues, hacerlo por detrás es tremendamente duro para ellos. Coincide además, que muchos de los categorizados como “paranoicos” (con excepciones, por supuesto) han tenido excesos en sus vidas.
– Vampiro emocional hipermegafeliz: Este último tiene extirpada la emoción de la tristeza o el enfado. SIEMPRE están felices, y siempre va todo bien. Son personas encantadoras, pues al verle la parte positiva a todo, te dan un enfoque de las cosas que en más de una ocasión ayuda, aunque en otros momentos no tanto. Un súper “yupi” con otro súper “yupi” molan pues acaban cantando la abeja maya (en alemán) por la calle, cogidos de la mano y dándo saltitos, pero la mezcla “yupi”-tristón es muy complicada. El “yupi” aquí gana, pues tiene un caparazón fuerte que impide que se contagie del otro, pero el tristón acaba aún más hundido pensando que el yupi le ha “amargado más”.
Estos vampiros suelen dar consejos del tipo: “cuando una ventana se cierra se abre un ventanal“. Totalmente de acuerdo con esa afirmación pero… Se lo estas diciendo a una persona que ha perdido su negocio en su totalidad y que se encuentra en una situación desesperada. El hipermegafeliz vive en otro mundo.
Estos vampiros suelen dar consejos del tipo: “cuando una ventana se cierra se abre un ventanal“. Totalmente de acuerdo con esa afirmación pero… Se lo estas diciendo a una persona que ha perdido su negocio en su totalidad y que se encuentra en una situación desesperada. El hipermegafeliz vive en otro mundo.
¿Identificas a alguien con alguno de estos tipos? ¿Identificas a alguien a con todos a la vez? Eso puede ocurrir, pues son compatibles y combinables.
*Dementores:
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