¿No te rinde el día? hay una forma de resolverlo
Si tomas en cuenta el ejemplo de cualquier persona que haya alcanzado el éxito en su vida o en la profesión que escogió, te darás cuenta que la mayoría de ellas comparten una fuerte motivación, metas claras, las ganas de solventar cualquier obstáculo y por supuesto, trabajan más duro que los abogados de Bobby Brown.

Claro que el esfuerzo constante es importante para llegar a esas cumbres a las cuales aspiramos, pero el enfocarnos en lo que realmente queremos alcanzar dictará qué tan rápido y eficientemente llegaremos a ellas.
El valor de enfocarte
¿Recuerdas cuando de niño usabas una lupa para concentrar los rayos del sol en una hoja de papel? (o quizá en una hormiga capturada, dejémoslo pasar…) De eso trata el concentrarse. Cuando los rayos del sol caen desordenadamente sobre la hoja, no ocurre nada… pero cuando los mismos rayos se enfocan en un sólo punto… ocurre el fenómeno como por arte de magia.
De la misma forma, de nada vale que pongas todo tu esfuerzo en el papel de tu vida si no te enfocas, si no tienes una visión clara de lo que quieres y cómo crees que puedes llegar a él. Sin enfoque, llegar a la meta quizá no sea imposible, pero sí muy tortuoso y frustrante.
Desarrolla un enfoque diario
Al contrario que la motivación o la perseverancia, es más fácil desarrollar concentración, pues no requiere que aprendas nada nuevo. De hecho, más bien te obligará a soltar antiguas prácticas que te distraen constantemente de lo importante.
¿Cómo puedes hacerlo? pues aquí hay tres recomendaciones:
1 – Deja de querer hacer tanto a la vez
Piensa en todas las actividades que haces durante el día, y haz una lista completa. Ahora, dales un vistazo individualmente y define honestamente si realmente debes hacerlas con premura, o pueden esperar… como subir a tu “Druida Asesino“ a Nivel 78.
Tip fácil: Siempre que sea posible, delega el trabajo y las tareas en alguien más. No puedes pretender hacerlo todo, ¿Verdad?
Siempre te toparás con cosas que haces sólo por hábito, pero que no te aportan nada ni son provechosas. Quizá sea mejor que dejes de hacerlas (y ver por unos días si su ausencia te afecta… no creo que pase nada, sobrevivirás)
Existen algunas tareas que son productivas indirectamente, como leer. Instruirte, estar al tanto de las noticias de tu industria, es importante. Si quieres mantenerte al tanto de las peripecias de los Kardashians, déjalo para el fin de semana.

Tener tu horario a tope con un trabajo a tiempo completo, clases de inglés, ser voluntario en una obra benéfica los fines de semana y tratar de meter una vida social en medio de todo eso, inevitablemente te llevará a quemarte como un fósforo.
Trata de que tus días respiren. No te ahogues.
Al deslastrarte de las cosas que te quitan tiempo, verás que es más fácil enfocarte en las que verdaderamente te darán frutos.